Consulta popular Petro reforma laboral
El 1 de mayo de 2025, el presidente Gustavo Petro presentó oficialmente ante el Senado una propuesta de consulta popular compuesta por 12 preguntas enfocadas en derechos laborales, como horarios, recargos dominicales y seguridad social.
Esta iniciativa surge tras el rechazo de su reforma laboral en la Comisión Séptima del Senado y busca obtener respaldo ciudadano para impulsar cambios legislativos. El Senado tiene un plazo de 30 días para decidir sobre su viabilidad.
Presentación de la consulta popular
Durante las movilizaciones del Primero de Mayo en la Plaza de Bolívar, Petro presentó oficialmente las 12 preguntas que propone incluir en la consulta, relacionadas con derechos laborales. Acompañado por miles de simpatizantes y varios ministros, el mandatario adoptó un tono combativo, criticando al Congreso y responsabilizando a algunos legisladores por la violencia política. Al concluir el evento, su equipo presentó formalmente el proyecto de consulta ante el Capitolio, con un llamado a que se escuche la voz ciudadana.
Petro ha intensificado su presión sobre el Congreso para que apruebe la consulta popular. Durante el consejo de ministros del 28 de abril, el mandatario advirtió que si el Senado no toma una decisión, convocará la consulta por decreto. Esta postura ha generado tensiones con los legisladores, quienes tendrán que definir el futuro de la iniciativa en un Congreso donde las fuerzas están divididas.
Opinión pública y respaldo ciudadano
La aprobación del presidente Petro ha aumentado al 37% según la más reciente encuesta de Invamer, el porcentaje más alto desde febrero de 2023. Este repunte ocurre en un contexto político desafiante, con acusaciones públicas de su ex canciller y la frustración por el rechazo del Senado a su reforma laboral. Expertos señalan que su narrativa enfocada en los derechos laborales ha calado positivamente en la opinión pública.
La propuesta de consulta popular ha generado diversas reacciones. Algunos sectores han señalado que se trata de una consulta populista que no tiene en cuenta el impacto de cada una de esas medidas en las empresas y en la generación de empleo. Además, la oposición ha iniciado una campaña para que el Senado rechace la petición del mandatario y no se avale ese mecanismo de participación.
El éxito o fracaso de esta jornada de movilización será determinante para el futuro de la consulta y el respaldo popular al Gobierno. El presidente ha utilizado sus redes sociales para organizar y comunicar las marchas, subrayando el poder del pueblo como motor del cambio.
El Senado tiene 30 días para decidir sobre la viabilidad de la consulta. Si es aprobada, podría someterse a votación en septiembre u octubre, y necesitaría más de 13,5 millones de votos para ser vinculante.
*Con información de SEMANA.












