En una de las operaciones financieras más importantes de su historia, el Gobierno de Colombia ejecutó un canje de deuda interna equivalente a 11,2 mil millones de dólares, con el objetivo de aliviar la presión fiscal y extender los plazos de vencimiento de sus obligaciones hasta el año 2058.
Según informó el Ministerio de Hacienda, el canje incluyó títulos de tesorería (TES) con vencimiento en 2025, 2026 y 2027, que fueron reemplazados por nuevos bonos con vencimientos entre 2035 y 2058. La operación busca mejorar el perfil de la deuda pública, disminuir el costo financiero a corto plazo y generar una mayor estabilidad macroeconómica en los próximos años.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, calificó la jornada como “histórica y exitosa”, señalando que esta acción representa un paso decisivo en la estrategia de manejo responsable de las finanzas públicas.
“Con este canje reducimos la presión sobre el presupuesto nacional de 2025 y fortalecemos la confianza de los inversionistas en la sostenibilidad de la deuda colombiana”, afirmó el funcionario.
De acuerdo con los cálculos oficiales, el gobierno espera obtener ahorros fiscales cercanos a 1,7 billones de pesos en 2025, al tiempo que mejora la liquidez del mercado financiero local. La medida fue bien recibida por los tenedores de bonos, quienes participaron activamente en la operación, considerada la más grande en la historia del país en términos de deuda doméstica.
Una jugada para aliviar la presión económica
El canje se produce en un contexto de tensión fiscal y desaceleración económica. Colombia enfrenta en 2025 un panorama de menor crecimiento y alta demanda social, mientras el Ejecutivo busca mantener la calificación crediticia del país y garantizar recursos para los programas de inversión y bienestar.
Expertos del sector financiero han señalado que el movimiento le da oxígeno al Tesoro Nacional y permite una planeación más ordenada del gasto público. Sin embargo, advierten que el reto de fondo sigue siendo el control del déficit y la disciplina en el manejo presupuestal.
“Este canje es un alivio temporal, pero no sustituye la necesidad de una reforma integral que aumente la productividad y la inversión”, comentó la economista Laura Cárdenas.
Reacciones del mercado y confianza internacional
El anuncio generó una reacción positiva en los mercados financieros. Los TES de largo plazo registraron un leve aumento en su demanda y la tasa de cambio se mantuvo estable. Analistas internacionales interpretan la operación como una señal de estabilidad y compromiso con la responsabilidad fiscal por parte del gobierno del presidente Gustavo Petro.
Desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) y organismos multilaterales se destacó la magnitud del canje, resaltando su potencial para mejorar la estructura de deuda de países emergentes. “Colombia demuestra una gestión técnica sólida y un enfoque prudente frente a los desafíos fiscales”, indicó un comunicado del organismo.
Perspectivas a futuro
Con la operación ya cerrada, el Gobierno nacional anunció que continuará monitoreando las condiciones del mercado para evaluar nuevas estrategias de financiamiento, tanto internas como externas. El objetivo, según el Ministerio de Hacienda, es mantener la deuda en niveles sostenibles y reforzar la credibilidad económica del país en los próximos años.
La exitosa ejecución del canje se convierte así en un hito financiero para Colombia, al marcar un precedente en la administración de deuda interna y enviar una señal de confianza a los inversionistas locales e internacionales.












