
El presidente Gustavo Petro ha propuesto una idea inusual relacionada con el transporte público en Colombia: financiarlo mediante una pequeña cuota en la factura de la luz, lo que permitiría a los ciudadanos acceder al transporte público de manera aparentemente gratuita.
Bajo esta propuesta, los usuarios pagarían mensualmente una tarifa en su factura de electricidad, lo que les daría derecho a utilizar el transporte público de forma ilimitada. Esta idea ha generado un fuerte debate en el país, ya que representa un enfoque radicalmente diferente para financiar y gestionar el transporte público.

La iniciativa busca hacer que el transporte público sea accesible para todos, eliminando la barrera económica de los pasajes. Se argumenta que esto podría reducir la evasión en el sistema de transporte público, aumentando los ingresos para su mejora y expansión. Además, se contempla la posibilidad de establecer subsidios para los estratos socioeconómicos más bajos, garantizando la equidad en el acceso al transporte.
Sin embargo, la viabilidad económica de este enfoque y la complejidad de su implementación son cuestiones importantes. La distribución de costos entre diferentes estratos sociales es un tema que necesita aclaración, y la transición hacia un modelo basado en la facturación eléctrica requeriría inversiones significativas en infraestructura y tecnología.
La reacción de los ciudadanos y de los sectores relacionados con la industria automotriz y de transporte público es incierta, ya que algunos podrían verlo como una solución conveniente, mientras que otros podrían preocuparse por un posible aumento en sus facturas de electricidad y por la equidad en la distribución de los costos.
La viabilidad de este modelo en el contexto colombiano aún es una incógnita que dependerá de cómo se desarrolle el debate y las posibles adaptaciones que se hagan a la propuesta.
*Con información de SEMANA.