El Gobierno federal estadounidense demandó a Texas por la instalación de una barrera de boyas en el río Bravo, frontera con México, para evitar el cruce de inmigrantes.
El Departamento de Justicia presentó la demanda alegando que la barrera obstruye la navegabilidad de las aguas y viola la Ley de Uso Indebido de Ríos y Puertos al construir una estructura sin permiso. Solicitaron que se prohíba a Texas instalar más barreras y se retiren las existentes, cubriendo los costos.
El estado de Texas rechazó el ultimátum y argumentó que tiene el derecho de proteger su seguridad en la frontera debido a la «invasión» de inmigrantes.
El gobernador Abbott acusó al presidente Biden de no defender adecuadamente a los estados y de promover una política de fronteras abiertas que incentiva la inmigración ilegal. Abbott solicitó la ayuda del presidente para combatir el tráfico de drogas y seres humanos y la violencia de los cárteles.
*Con información de AP.