El país enfrenta una situación de violencia generalizada y desorden público, y la gestión del ministro de Defensa, Iván Velásquez, parece no estar a la altura de las circunstancias. Las consecuencias de este mal manejo se reflejan en un aumento del 61% en las masacres y una disminución del 87% en la erradicación de cultivos ilegales.
La violencia ha alcanzado incluso las grandes ciudades del país, y las regiones de Norte de Santander, Arauca, Antioquia, Valle del Cauca y Atlántico se han convertido en puntos críticos. Se ha registrado un preocupante aumento en delitos como secuestros (162% más en comparación con principios de 2022), asesinatos, robos y extorsiones.
Iván Velásquez parece haber limitado la capacidad de acción de las Fuerzas Armadas frente a estos hechos lamentables, lo que agrava aún más la situación. El pueblo colombiano continúa sufriendo en medio de esta noche oscura que parece no tener fin.